domingo, 15 de enero de 2017

El Hombre triste que bebía Cerveza

Ricardo G-aranda                                                      Toledo, 230516

Las calles de la ciudad
son largas
y estrechas
y el hombre triste
las sueña
aún más estrechas
y eternamente largas.

El tiempo de los roces
y la humedad
sin sol musguea
los zócalos a sus pasos
en la oscuridad

Una cerveza
le ayuda a reposar
silencios,
otro momento habrá
sin brumas,
más ruidoso,
ahora
sus pequeñas memorias
necesitan
ese callado ruido de la espuma
desapareciendo.

Tuvo tiempos mejores,
tiempos de humana grandeza
y la gran ciudad también.
Ahora es apenas
un hombre triste
que bebe cerveza
y pasea por calles
húmedas por sombrías.
Ninguno asume ya
imposibles certezas.


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