viernes, 3 de febrero de 2017

Tierra Baldía

      Ricardo Garanda Rojas
        Madrid, 300116


Un campo en Castilla
antes de ser baldío
tuvo sus siembras,
sus verdes cosechas
y el amarillo que anima
la siega en el estío
inclemente de estas tierras.
Un año tras otro,
el mismo ciclo con algún descanso,
antes de ser baldío.

Año tras año
en parecidos ciclos
de manchego remanso
vivimos nuestras vidas,
la tuya y la mía,
soportando también
esas calores del sol manchego
y viviendo esas cortas primaveras
y esos generosos otoños
que las resarcieron
antes de ser baldías.

En desiguales cosechas
cada año la incertidumbre,
la tranquilidad del campesino,
perturba y acecha 
mirando al cielo siempre
antes de mirar a la tierra
en un ya escrito destino.

También fuimos enlazando ciclos
de imprevisibles variantes
en nuestras vidas, la tuya y la mía,
para ir tejiendo año tras año
el oculto cielo que nuestros sueños
fueron construyendo
y que revisamos huraños
a espaldas de los ladrones de vidas
antes de que las nuestras
fueran baldías.

Con amor u odio
se abonan las sementeras
de nuestras vidas
y el fruto dependerá siempre
de la semilla elegida.
Luego sólo queda pedir al cielo
la suerte de la lluvia
y el esfuerzo del aireo.
Así fue durante años
hasta este día
en el que tu largo adiós
nos convierte a los dos
en tierra baldía.





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