Ricardo Garanda Rojas
Toledo, 190216
Se
van pasando los días
y
el polvo levantado por la tormenta
en
los suelos de la casa
y
de las calles se asienta.
La
niebla que tapó de golpe el sol
se
abre poco a poco
y
su claridad el dolor alimenta
con
la luz que muestra el vacío
absolutamente
eterno de la última ausencia.
Los
adoquines que pisamos voy a contar
y
pesar las arenas que removimos
¿dónde
estará el agua
de
brillante azul
de
los ríos que rozamos?
Toda
en ti cabría
si
fueras tú la mar,
si
tú fueras la mar,
si
la mar fueras tú
toda
en ti cabría.
Es precioso, muy sensible. Muchas gracias, Ricardo. Enhorabuena.
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